Hemos recibido este correo electrónico y nos gusta reportarlo en su totalidad.:
"Les escribo porque en estos días se celebra el aniversario de mi carrera. Les hablé del agradecimiento dado al final de la tesis en la que hablé de La Venta. En Atacama hablamos de ello y creo que los miembros de la Asociación podrían estar entusiasmados por haber alentado a un joven espeleólogo a inscribirse en la universidad y profundizar el aspecto científico de la espeleología.

 

 
A continuación el extracto de los créditos reportados en mi tesis.
Era invierno entre 2010 y 2011, hacía sol y hacía calor en esa cala tropical. El mar estaba furioso y no nos había permitido entrar en la cueva costera que tuvimos que explorar ese día. Para esto decidimos pasar una mañana de descanso, después de pasar casi un mes en el bosque filipino de Palawan. Estaba discutiendo con Carla sobre mi futuro. Acababa de terminar la escuela secundaria y siempre estaba convencido de que era hora de comenzar una carrera, adecuada para la vida esperada al nacer en un pequeño pueblo enclavado entre las mesetas kársticas trentinas. En lugar de eso, había pasado en una expedición, en contacto con geólogos, biólogos, fotógrafos y todos los espeleólogos. Su vida y su investigación habían comenzado a intrigarme, empecé a pensar que también quería vivirla. Donde vivo, estoy inmerso en la naturaleza, siempre he sido curioso, siempre he querido entenderlo. Es por eso que a menudo leo sobre geología, pero nunca pensé en inscribirme en la universidad. Estudiar me cansaba, prefería correr por mis montañas y cuevas sin pensar en nada. Esa mañana, en ese arroyo, la chispa se disparó en mí y pronto me hubiera unido a la geología.
Te mando un saludo muy querido, espero verte pronto."
Stefano Marighetti