Como sucede a menudo en el karst tropical, muchas cuevas representan el curso de ríos subterráneos que durante su recorrido se sumergen bajo las crestas de los afloramientos calizos configurando grandes valles ciegos donde se abren majestuosos portales donde los ríos desaparecen para resurgir en otro lugar.

En la zona sur de Kalaw hay muchas cuevas de este tipo, las cuales fuimos capaces de explorar sólo parcialmente durante la expedición de 2005. Uno de ellas está constituida por un gran túnel que conecta dos valles adyacentes y en la que hay huellas visibles que testimonian que fue utilizada como una comunicación ya en el pasado. Otra cueva, llena de vida acuática, incluyendo camarones y grandes peces ciegos, ha sido explorado en su primer kilómetro. El sumidero más grande que hemos descubierto está a tres horas de marcha de Pinh-Ton, un pueblo perdido en las montañas, 80 km al sur de Kalaw. El río se precipita con un salto de agua de 50 m, que no ha sido posible descender por el gran caudal que llevaba, perdiéndose en un gran cañón que continuaba en la oscuridad. El agua surge en el manantial de Namun, a unos 7 km.

Un hermoso lugar, al que se llega tras una caminata de tres horas subiendo por el río en el bosque. Aquí, a los pies de un acantilado de piedra caliza, se ubica una pequeña cueva con vistas a un gran lago subterráneo donde se oye caer una cascada. Lo que está entre sumidero y la resurgencia sigue siendo en gran parte desconocido.